En la ciudad de Durazno, ubicada en el corazón de Uruguay, el fervor por el fútbol es un sentimiento arraigado en cada esquina, en cada charla de bar, en cada conversación laboral y en cada barrio. Es el deporte que une generaciones y levanta pasiones, y ha sido el crisol de ídolos que han dejado huella en la historia. Este viernes 20 de octubre, el caricaturista Miguel Casalás rindió homenaje a once jugadores de la «Roja del Yí» con su obra titulada «EL ONCE IDEAL – De todos los tiempos».Casalás, que recientemente inauguró «Mil y Una Caras Duraznenses», se aventuró en un ambicioso proyecto. Se propuso condensar una parte de la esencia del fútbol duraznense en un solo lienzo, capturando a los once mejores 11 de todos los tiempos. Estos jugadores, algunos en el recuerdo y otros vivos, fueron reunidos en un cuadro en el Museo «Casa Rivera», ante espectadores ávidos de nostalgia y admiración.
El cuadro es un testimonio visual de la pasión que nuestra comunidad siente por el fútbol. En él, seis figuras imponentes se alzan en la retaguardia, representando la fortaleza y el temple que siempre caracterizaron al equipo de Durazno. Delante de ellos, cinco jugadores se inclinan con gracia y dinamismo, listos para desplegar su magia en el campo de juego.
Juan A. Suárez, Alfredo Zarza, Guillermo Vera, Luis Ghigliano, Ruben Volpe y Alfonso Domínguez se alzan con orgullo en la parte trasera, ejemplificando la valentía que ha sido la piedra angular del equipo casaca color pitanga. Agachados, Antonio Alzamendi, Wilmar González, Oscar Chelle, Alfredo Arambillet y Enrique Morán se preparan para el desafío, personificando la agilidad y la habilidad que ha encandilado a las multitudes durante generaciones.
DURAZNO DIGITAL ve en este trabajo un reconocimiento al espíritu deportivo de Durazno. La laureada «Roja del Yí», así conocida por su inquebrantable pasión y la eterna presencia en los campeonatos del interior, tiene la oportunidad de ver renacer a sus ídolos, ahora inmortalizados en una caricatura de singular maestría.
Este proyecto va más allá de la mera representación visual; es una oportunidad para quienes solo conocieron a estos jugadores a través de anécdotas o relatos, de finalmente ponerle rostro a sus estrellas locales. Es un tributo a la rica herencia futbolística de la ciudad y un reflejo del poder del arte para evocar emociones y desatar la nostalgia de tiempos gloriosos.Así, Durazno se une una vez más en su pasión por el fútbol, y se rinde homenaje a aquellos que han dado sentido a esta pasión. La obra de Casalás es un recordatorio de que el fútbol trasciende el tiempo y el espacio, y que las leyendas que ha creado perdurarán en el corazón de los duraznenses durante generaciones por venir. Felicitaciones por «El Once Ideal».
Fuente: Durazno Digital