Comenzamos en esto del fútbol prácticamente al mismo tiempo, a principios en la década del 80. Nosotros haciendo nuestras primeras armas en el periodismo deportivo y él con sus “diabluras” por las canchas de nuestro medio y paulatinamente por todos los escenarios del país. Ganando títulos como jugador a nivel local. Y con la selección de Lavalleja, logrando el Torneo del Este después de 15 años y el primer título del Interior en el año 1991/92.
Ello nos permitió, a ambos, estar presentes en la Copa «San Isidro de Curuguaty» y viajar a Paraguay, donde Lavalleja no pudo hacerse de ese trofeo. Después se fue al fútbol de Maldonado para consagrarse Campeón del Interior con el Club Punta del Este en el año 1992 y también logrando el máximo lauro con la selección de Maldonado.
Recuerdo que yo viajaba por todos lados para verlo jugar en aquel equipazo con unos fenómenos como el “Pelado” Elbio Hernández, Lorenzo Carrabs, Eduardo Pelúa, Teddy Sosa, Mílton Borges, entre otros, y que era dirigido por un «maestro» como el rochense Alberto Martínez. Ahí, entre los crack, Gerardo se destacaba. Con Maldonado ganó la Copa «San Isidro de Curuguaty» en 1994, venciendo a la Liga San Lorenzana de Caaguazú, ganado 4 a 0 de visitante, donde Gerardo anotó uno de los goles y en la revancha en el «Ginés Cairo Medina» Maldonado goleó 5 a 1 y se quedó con el trofeo.
Más acá en el tiempo, precisamente en el año 2009, me vino a buscar personalmente para que me integrara a la selección de Lavalleja como encargado de prensa, que iba a ser gerenciada por Cobatir. Ahí pude comprobar sus enormes vinculaciones, su capacidad y sabiduría dentro del fútbol, contribuyendo a lograr el segundo título del Interior par Lavalleja, siendo modelo y ejemplo en la organización, recibiendo elogios de todas partes del país. En los últimos años trabajó como entrenador a nivel de Clubes y de la selección y los resultados están a la vista, llevando siempre a nuestro fútbol a los primeros planos.
Tuve la suerte de conocer y tener trató con sus padres, Jesús y Modesta, quienes formaron una hermosa familia y criaron a sus 4 hijos con mucho esfuerzo, sacrificio, humildad y trasmitiéndoles grandes valores. Por eso me senté frente a la computadora para escribir sobre su trayectoria, de lo que ha logrado en el fútbol. Pero el querido colega y amigo, el rochense Alejandro Romillo, escribió un artículo espectacular sobre Gerardo Cano que me lo acercó para poder compartirlo con ustedes, y que pinta a Gerardo Cano y su trayectoria como nadie. A continuación lo compartimos.
EL DIABLO METIÓ LA COLA Y ES EL MÁS GANADOR DE TODOS
Sin haberlo pensado ni soñado, cuando allá por 1992, enmudece a 7, 8 mil colonienses en el Campeones Olimpicos de Florida, en la final del interior con mayor presencia de público, que jamás ha sido superada y mayor recaudación obtenida por un partido del interior, cuando le da definitivamente el título Nº 1 a Lavalleja, para asegurar y sellar con su gol, el segundo del alargue, para venirse con 4 mil minuanos y otros tantos de Batlle y otros más de Varela y Mariscala o alguno que se animó a partir desde Pirarajá, o aquellos que fueron levantados en Solís de Mataojo haciendo dedo para no perderse la presencia en la final de finales, para que todo un departamento se llenara de algarabía tras obtener lo máximo que puede conseguir cualquier pueblo en nuestro querido país, ser el mejor del país (mientras algún día no aparezca una selección de Montevideo en estas Copas nacionales).
GERARDO EDISON CANO solo quería jugar al fútbol, divertirse, a principios de los 80′, la Escuela de Comunicación del Ejército, lo recibía como un estudiante más para tratar de convertirlo en soldado del país, lo único que lograron fue convertirlo en ídolo de sus compañeros cada vez que se realizaban competencias deportivas y sobre todo de fútbol, haciendo un tándem insoportable con el rochense Fernando Píriz. Allí se dio cuenta que lo suyo no pasaba por ese lado, sino por el fútbol definitivamente…. Sabiendo que siendo del interior, la llegada al viejo fútbol profesional sería una utopía, “El Diablo” soñó y trabajó para transformarse en el mejor en su puesto y ser ovacionado por su pueblo, con eso le alcanzaba y le sobraba, de ser reconocido en cada esquina, en cada comercio o alabado por los periodistas de turno.
En 1992, su gran clase mostrada en las canchas del interior con la “trico serrana”, le da la oportunidad, bien ganada, de pasar al poderoso Punta del Este del departamento de Maldonado, para transformarlo con “su varita mágica” y el único gol en las finales frente a Deportivo Artigas de Salto, en el monarca del interior, repitiendo por partida doble, transformarse en el mejor del interior. En 1994 defiende a la selección de Maldonado, plagada de “Estrellas”, de todas partes del país y entre ellos, EL DIABLO, haciendo de las suyas, para aportar su granito de arena para ser el mejor del Interior a nivel de selecciones por segunda vez en el Interior.
El camino de cruzarse con el fútbol salteño por parte del Diablo Cano, no sabemos si es “de casualidad” o “por causalidad” de su destino deportivo. En el 2009, Gerardo Cano, devenido en empresario y por su amor a la selección decide ser parte del gerenciamiento, algo inusual para el fútbol del interior y darle todo a Pablo Alonso y jugadores, equipamiento, infraestructura, y todo lo que se necesita para no haber excusas de lograr el objetivo y Lavalleja es ejemplo en el interior y logra “de la mano” del pie izquierdo del “Pelo” Berrueta, ser el mejor de todos, y esta vez con “El Diablo” como el referente fuera de la cancha. Después de esa consagración vino “el gustito” y el momento de ser “el director de la orquesta”, de plasmar y transmitir todo lo que aprendió e hizo dentro de una cancha de futbol.
2018 y 2022 la historia le dice que no, para engrandecer y dimensionar aún más lo obtenido el pasado 8 de abril, en ese mítico escenario que había visto dar vueltas olímpicas ajenas a nivel de selecciones, como la de Cerro Largo en el 63, o la más dolorosa de toda la historia, la perdida por penales ante la poderosa selección maragata no hace aún un año y que estaba “trancada en el medio del pecho”, porque la del 2022, merecía ser de Lavalleja, por mejor fútbol, por el momento del Pelo Berrueta, por la clase de German y la humildad y el coraje de Carlitos Corbo, para trancar con “los dientes” cada pelota. Pero todo eso no alcanzó, y cuando parecía que “el Diablo” colgaba “la capa roja”, decidió volver a intentarlo, como tantas otras veces, como cuando nos caemos y nos preguntamos, “vale la pena volver?”… y por suerte, para los “minuanos” primero, para los “lavallejinos” de todo el departamento después, y para los que amamos el fútbol del interior de toda la vida, deseábamos y soñábamos con contar esta nueva historia con la pelota de Cano, adelantando que sería la última, la definitiva, que no habría mañana, si algo fallaba.
Y el 2023, no arranca bien para Lavalleja y menos para Gerardo Cano, que por allí alguien hasta intentó cuestionar su regreso luego de haber perdido dos finales del interior en los últimos 4 años. Parecía que la historia iba a ser de corto vuelo y que el sueño de buscar la revancha se esfumara tempranamente, pero dicen que “el Diablo, siempre trae algo abajo del poncho” y bueno, Gerardo Cano como en el 2022, llamó a su discípulo favorito, el que no le puede decir que no, y el “Pelo” Berrueta, cumplió, volvió le dio la llave de la clasificación para acomodarse en el camino de volver a soñar. Y a pesar de que el camino fue muy sinuoso, se fueron sorteando con éxito…y con mucha fortuna también… Afuera el siempre candidato Cerro Largo por penales, y en el propio Ubilla, afuera Vergara, el siempre difícil que otra vez le traía los fantasmas de las puertas de la eliminación, cuando no consigue ganarle en Minas y viajar “al Parao” en busca de la gloria, para seguir con vida. La peor llave fue frente al campeón del Este, cayendo en San Carlos y también en Minas y obliga a Cano a cambiarle el chip al plantel de cara a un nuevo torneo del interior.
Empate en Fray Bentos en la hora, con una “obra maestra de antología” del “Pelo”, para resucitar y direccionar a la selección hacia el nuevo objetivo. De aquí en más, apareció otro Lavalleja, más dinámica, presencia, temperamento, clase y fútbol, que le había faltado durante todo el Torneo del Este. Semifinales “al trote” contra Guichón y esperar si Salto o Florida se cruzara en el camino del “Lava” para ir a buscar esa estrella que le faltaba a Gerardo Cano.
No era fácil la parada, enfrente Salto, el linajudo equipo litoraleño, el de la mufa de 7 finales perdidas, el Salto de grandes títulos de clubes y de jugadores que surgen y se van como agua a jugar a la capital, el Salto de tantas glorias y que intentaba repetir lo del 2020, última participación salteña, ya que en el 2021 no hubo actividad de selecciones por la pandemia y decidieron no participar en el 2022. 1 a 1 en la primera final en el “Viejo pero cada vez más vigente” Dickinson, y volver con un sabor agridulce a Minas, de que esta oportunidad no se dejaría pasar.
Volviendo al protagonista de esta crónica, GERARDO CANO….
El 8 de abril podían pasar dos cosas en el Palmarés de “El Diablo”, volver a caer en una final del interior y transformarse en el técnico más perdedor de finales del interior de toda la historia o ser definitivamente, como sucedió, con ese gol del joven capitán Germán Fernández, otro de los aciertos del entrenador, para hacerlo aún más responsable de su capacidad individual y responsable del juego colectivo de todos, cuando el partido, la ansiedad, el dramatismo y las miradas se iban para el alargue, aparece el uuuuuffffff de consuelo y desestress que provocó una final y transformarse en el ÚNICO SER HUMANO DE “NUESTRO PAISITO”, en ganar todo como jugador y ganar todo como entrenador, nadie como él, el primero y el único que lo ha conseguido y más allá de la fortuna o “la suerte” que se debe tener, todo se traduce, en trabajo, capacidad, contagio y ese toque de magia que no se ve, pero que están predestinados al éxito.
Gerardo “El Diablo” Cano, más allá de su clase como jugador, más allá de su capacidad como entrenador, está “esa cosa del destino” de que para lograr todo lo que logró, tuviera que cruzarse definitivamente a selecciones o equipos salteños para transformarse en EL MÁS GANADOR DE TODOS LOS TIEMPOS…
Como jugador:
1992 – campeón del Interior de selecciones – Lavalleja a Colonia – gol de Gerardo Cano en alargue para ganar 2 a 0 en tercera final en Florida.
1992 – campeón del Interior de clubes – Punta del este a Deportivo Artigas de Salto – gol de Gerardo Cano en el Dickinson para ganar 1 a 0 la segunda final en Salto.
1994 – campeón del Interior de selecciones – Maldonado a Salto en Salto.
1994 – campeón Copa «San isidro de Curuguaty» con Maldonado
1997- vuelve a ser Campeón del Interior con Punta del Este y Gerardo se luce en las finales.
Como entrenador:
2019 – campeón del Interior de clubes – Lavalleja a Universitario de Salto en Minas.
2023 – campeón del Interior de selecciones – Lavalleja a Salto en Minas.
Algo tiene GERARDO CANO, que se metió definitivamente en el hombre más importante del fútbol del interior, nadie como él y seguramente pasarán muchos años para que vuelva a ocurrir algo parecido. “Parece cosa e’ Mandinga”, dijera los supersticiosos, para mí que es “la astucia de un Diablo que anda suelto que tiene su base en Las Sierras y que no tienen mejor broche final porque “cuando el diablo mete la cola, algo seguro va a pasar” …
El más ganador de los seres humanos de este Uruguay baja de “las Sierras” y se abraza con un pueblo que lo esperó para que en “la tercera” se sacara “la mufa”…definitivamente.
Fuente: Primera Página