FUTBOL OFI|OPINIÓN Desde Redacción Eduardo Mérica|FUTBOLURUGUAYO.UY|19.12.2015|07:08
CUESTIONAMOS EL NOMBRE QUE SE LE PUSO AL PREMIO
Para nuestros fieles seguidores, es imposible no recordar a los magníficos periodistas deportivos que conocimos y compartimos el porqué de la misión de escribir sobre nuestro fútbol chacarero.
La estupenda actuación de los «Pulitzer» no reconocidos por la Organización del Fútbol del Interior de Uruguay, es un verdadero suicidio. En fin, las palabras están de más sobre todo porque tanto Carlos Reyes Lerena, Dionisio Alejandro Vera Iparraguirre (alias DAVY), Aurelio Molina Cabrera (alias Gauchín), Efraín Martínez Fajardo (alias EFRA), Juan Angel Miraglia y finalmente Julio Damico (alias JUCEDA), todos ellos sabían y saben cuál es el real significado de ser periodista de una señal que se oficializó en 1946, pero que viene de muchas décadas más atrás del nacimiento de la OFI, y de la incuestionable jerarquía que le dieron a través de sus letras que incluye un millar de frases repletas de verdad sobre la guerra declarada entre el fútbol profesional de Montevideo y el del interior de los restantes 18 departamentos de la República.
Sólo ellos se animaron a instalar la polémica y fueron protagonistas principales y verdaderos especialistas en los más grandes medios de prensa de la capital, transitando siempre entre el fuego cruzado que se sigue dando cada tanto entre la Asociación Uruguaya de Fútbol y la Organización del Fútbol del Interior.
Tantas discusiones y peleas en sus peores momentos del fútbol uruguayo están archivadas en la Biblioteca Nacional, y así heredamos esta actividad, fruto de la enorme acefalía periodística e institucional que hoy más que nunca se ha expresado, en la que la desidia del actual Consejo Ejecutivo de la OFI es la principal culpable.
Cómo se hizo la elección del nombre? Qué criterio se tomó? Es un misterio.
A pocas horas de este día, se nos ha dicho que:«Se hizo un llamado a propuestas de nombres, para el año que viene, pásame nombres a proponer con su currículum, que yo los presento para el premio «Ariel del Bono», así como lo lee, bien suelto de cuerpo nos contó un dirigente del organismo, de cómo se eligió al «candidato» a la recompensa o galardón que se da por algún mérito o servicio hoy por la dirigencia de la OFI.
Como si de hongos se tratara, la profesión de periodista, de intereses particulares, el escenario de la OFI, presidido por el maragato Gustavo Bares luce cada vez más deformado. Para hacerlo sencillo: del fútbol chacarero pretenden vivir parasitariamente más espíritus que los que la disciplina puede soportar sin sufrir el quebranto de salud. Lo otro que era inevitable es que la respuesta de la prensa en general es una virtual merma de interés a la coronación que ya se conoce, y con esa vocación de agujero negro, que todo lo traga, la columna vertebral del organismo chacarero lejos de atraer nuevos fanáticos, no detiene la fuga de los históricos.
Nos la pasamos entre secretos y mentiras.
Porque está de moda reconocer a los que son consecuentes del poder. No hay nada que hacerle: somos exégetas del fracaso.
Hubiésemos querido decirle todo lo que hicieron y lo que pensaron con muchas más palabras. Pero… qué se le va hacer, no en vano por éstas y más de un centenar de otras razones, nuestra señal es otra, contraria al premio que acaba de otorgar el organismo rector del fútbol chacarero. Porque creo que no soy tan viejo como para ser venerable, ni tan joven como para ser un cómplice. Eso sí, venerable significado es para los amados maestros que aparecen excepcionalmente, y donde los dirigentes actuales de la OFI se ingeniaron para abrir una herida que siempre estará abierta…
Porque cuando el error se hace colectivo adquiere la fuerza de una verdad. Y esa no la dejaremos pasar.