España se llevó toda la gloria y es el nuevo campeón de la Eurocopa ¡Y qué victoria después de todo! Sin ser la máxima candidata dejó en el camino a las selecciones más pesadas y se convirtió en la máxima ganadora del certamen más importante del viejo continente, obteniendo su cuarta conquista.
Del otro lado quedó Inglaterra que, a pesar de contar con un plantel lleno de figuras, deberá conformarse una vez más con la medalla plateada de subcampeón, como le había ocurrido en la edición de 2021 cuando perdió el duelo decisivo contra Italia.
La “roja”, con un plantel de jóvenes estrellas, se coronó tras vencer a Italia, Croacia y Albania en el grupo; Georgia, Alemania (anfitrión del torneo), Francia (subcampeona del mundo) e Inglaterra en el partido decisivo (finalista de la edición anterior).
De la final podría omitirse todo el primer tiempo, que se caracterizó por la cautela de dos equipos que no querían arriesgarse a cometer errores caros. Pero el segundo tiempo fue todo lo contrario. En ese lapso aparecieron una serie de incidencias claves en el resultado.
Inglaterra se vio obligada a salir también de ese molde defensivo. A los 28 minutos del complemento, también de contra, Kyle Walker lanzó el centro buscando a Jude Bellingham y la figura del Real Madrid demostró toda su calidad al lograr domar una pelota que le llegaba mal: la redireccionó hacia donde estaba Cole Palmer, y el delantero de Chelsea le rompió el arco a Unai Simón. Otra vez la paridad y los británicos se relamían con la posibilidad de remontar la historia.
Cuando todo parecía indicar que la final se iba al alargue, apareció Mikel Oyarzabal. A sólo cuatro minutos del epílogo, el jugador de la Real Sociedad primero pivoteó y luego esperó la devolución de una pared para definir de puntín frente al arco que defendía Jordan Pickford. El 2 a 1 llegó con mucho suspenso, el VAR fue a revisar la jugada, que terminó milimétricamente validada porque la punta del pie del jugador vasco estaba en la misma línea del defensor que lo marcaba. Fue un golpe directo al mentón para las ilusiones del equipo dirigido por Gareth Southgate.
A ese trepidante segundo tiempo le faltaba una escena más. Pasados los 90 minutos, ya en tiempo adicional, los ingleses colmaron el área de Simón en busca del milagroso empate. Y casi lo consiguen.
Tras un centro, España resistió dos remates claros al arco. Primero Unai Simón rechazó el tiro, pero luego fue el momento en el que el “10” se convirtió en héroe: con su arquero vencido, Dani Olmos salvó en la línea el contrarremate. Algarabía total, los dos mencionados se abrazaron como si hubieran convertido un tercer gol; el decisivo.
Ahora sí, el árbitro François Letexier pudo sonar el silbato y concluir el partido. Los dirigidos por Luis de la Fuente se desahogaron y festejaron entre risas y llantos. Rodrigo volvió, para levantar la copa como capitán, junto con Álvaro Morata que usó la cinta durante el partido.
Fuente: La Gaceta.ar