OPINIÓN: El cascabel al gato… Un fútbol «Amateur» sin exigencias profesionales
FM FUTBOL
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LA OFI REAL/Desde Colonia del Sacramento/Néstor Pedreira.
Los organismos no gobiernan para unos pocos… desde el simple ámbito familiar, pasando por pequeñas comunidades, hasta llegar a las estructuras más complejas, se debe velar por la totalidad de sus integrantes para asegurar la convivencia y fundamentalmente la proyección en el tiempo de los miembros de toda esa comunidad.
La OFI expresa en su página oficial:
«La Organización del Fútbol del Interior (OFI) es una Asociación Civil sin fines de lucro de carácter deportivo, fundada el 14 de julio de 1946, teniendo domicilio legal en la calle Gutiérrez Ruiz 1162 de la ciudad de Montevideo.
Sus fines son fomentar el progreso y el desarrollo del fútbol en los departamentos del interior de la República Oriental del Uruguay, promoviendo la unidad del fútbol del Interior del país, como medio de acercamiento y conjunción de fuerzas.
«Bajen a la realidad y gobiernen para todos, con coherencia, humildad y decencia… déjense de locas pasiones y salgan a conocer el interior del país«
El fútbol del interior constituye la máxima expresión deportiva y social para más de la mitad de la población del país, por el espectáculo que brinda, su actividad enaltecedora, educativa y de profundo contenido social.
El fútbol es de las tradiciones más arraigadas y en muchos casos en pequeños pueblos y villas es la única actividad deportiva que se practica, por lo que es la única expansión con que cuentan decenas de miles de jóvenes.
Nuestra Organización es una de las instituciones deportivas más grande del país, cuya Jurisdicción abarca los 18 departamentos, con casi 600 clubes afiliados a través de 61 Ligas, agrupadas en cuatro Confederaciones, nucleando a más de 100.000 jugadores fichados, de los cuáles aproximadamente unos 30.000 son jóvenes menores de 18 años.
«Es frustrante correr una tortuga y ver como se aleja… y quienes tienen el poder, solo hablan de miles y miles de dólares en un fútbol «amateur», donde cada vez es más difícil alcanzar la tortuga…«
Sin el menor margen de duda, nuestra Organización es la que cuenta con más posibilidades de cumplir fielmente con los fines sociales y solidarios de las instituciones deportivas de nuestro país, porque desarrolla en su seno actividades NO PROFESIONALES y porque además cumple con la obra social, deportiva y cultural, a la que por tradición y por su naturaleza de sus objetivos está destinada.
Las actividades de la OFI han sido declaradas de Interés Ministerial por parte del Ministerio de Turismo y Deporte, en clara señal y respaldo a la pujante tarea que se desarrolla en pro de los deportistas de nuestro interior»
«Sres. de OFI… es hora de defender a las instituciones humildes, valorizar el trabajo de los dirigentes que dejan horas, dinero y vida en pos de mantener «viva» la ilusión de un club, del hincha y un barrio«
Sres. de OFI… no sean tan hipócritas y apliquen su predica, literal y prácticamente, porque les aclaro que están ocupados en exprimir a las instituciones sin cuidar en lo más mínimo su existencia.
Su proyecto de «profesionalizar» el fútbol del interior se contradice con su presentación institucional (bla, bla, bla), derrumba las ilusiones de clubes humildes que tienden a desaparecer de acuerdo a su política deportiva o en el mejor de los casos a subsistir hasta sucumbir… porque lo de «institución sin fines de lucro» ya no es aplicable, tanto como lo de «fútbol amateur»
«Estos dirigentes de saco y corbata no conocen la realidad… con esfuerzo vender 50 entradas, comestibles y comida para alcanzar $ 15.000, cifra que se va en jueces y seguridad cada domingo, sumado a tantos gastos mensuales…»
Las instituciones (hay excepciones), ya no resisten… al éxodo de dirigentes hay que agregarle las exigencias económicas que año a año van «in crecendo».
Sres. de OFI… es hora de defender a las instituciones humildes, valorizar el trabajo de los dirigentes que dejan horas, dinero y vida en pos de mantener «viva» la ilusión de un club, del hincha y un barrio.
Claro, da más jerarquía y prestigio una copa nacional que un partido de la B de cualquier «pueblo perdido» sin trascendencia. Entonces… deberían categorizar de acuerdo al campeonato que se esta disputando y exigir de acuerdo al crecimiento deportivo del club… que la elección sea de la institución y no una imposición de quienes normalmente no tienen sentimientos y resuelven todo atrás de un escritorio.
Fuente: Colonia Noticias
EL CASCABEL AL GATO II
No hay nadie que levante la voz… no hay rebeldía, solo sumisión ante las ordenanzas y leyes que exigen más esfuerzo económico a instituciones pobres.
Nos siguen exprimiendo y como burro en la noria, vamos a seguir intentando alcanzar la zanahoria… y nuestra intención es darle «circo» al barrio en épocas de intereses mezquinos y poco pan.
Es frustrante correr una tortuga y ver como se aleja… y quienes tienen el poder, solo hablan de miles y miles de dólares en un fútbol «amateur», donde cada vez es más difícil alcanzar la tortuga… fútbol empobrecido e instituciones que existen a pérdida, quizás por el sentimiento de algún dirigente encaprichado a no desaparecer.
Son aproximadamente 600 clubes afiliados a OFI, realidades diferentes que la Organización simplemente utiliza con gran demagogia para disimular su egoísmo y avaricia.
Y hace un tiempo, existe la Ley 19828, que exige profesionales para participar en las competencias sin importar la categoría.
Estos dirigentes de saco y corbata no conocen la realidad… con esfuerzo vender 50 entradas, comestibles y comida para alcanzar $ 15.000, cifra que se va en jueces y seguridad cada domingo, sumado a tantos gastos mensuales, Pases, equipos, medicamentos, pelotas, etc. etc. y ni siquiera contamos con subsidios o al menos un descuento en la luz y el agua.
Se encandilaron con las luces del estadio… o será que la AUF endulza bolsillos?
Bajen a la realidad y gobiernen para todos, con coherencia, humildad y decencia… déjense de locas pasiones y salgan a conocer el interior del país y fundamentalmente a las instituciones que mantienen su gordura económica con la pobreza de sus ingresos.
