El partido decisivo entre Argentina y Colombia en Miami debió retrasarse por incidentes en el ingreso de los aficionados al estadio. Lo que debía ser una fiesta se transformó en un infierno. Una nueva pésima organización por parte de la Conmebol empañó la final de la Copa América y el inicio del partido se postergó al menos una hora hasta que se recupere la calma.
El problema se desencadenó cuando un grupo de aficionados colombianos intentó ingresar al Hard Rock Stadium sin entrada, provocando estampidas, caídas y mucha gente atemorizada. La organización tomó la decisión de cerrar las puertas de acceso, lo que empeoró la situación. Se generaron corridas, disturbios entre la gente y la policía, detenidos y heridos. Las cámaras captaron a niños y mujeres severamente afectados por las circunstancias de pánico que debieron atravesar. Personas desmayadas por los amontonamientos y el calor sofocante de la ciudad.
Fue un escándalo el nivel de desorganización y caos en Copa América en EEUU
Ante este escenario, la Conmebol postergó el inicio del encuentro, originalmente estipulado para las 20.00 Hs de Miami. Los jugadores estaban comenzando su precalentamiento cuando comenzaron los disturbios. Desde ambos equipos aseguraron que no iban a volver al campo hasta que no estuviera asegurada la integridad física de sus familiares.
Días atrás, una vez concluido el triunfo de Colombia sobre Uruguay, varios jugadores uruguayos tuvieron que subirse a las gradas a defender a sus familiares de las agresiones de aficionados colombianos. Darwin Núñez, Ronaldo Araujo y Rodrigo Bentancur, entre otros, se tomaron a golpes de puño con hinchas cafeteros y las bochornosas imágenes recorrieron el mundo. Al igual que aquella noche en Charlotte, hoy en Miami quedó claro que la Conmebol no está a la altura de lo que demanda un torneo como la Copa América y siembra un manto de dudas en cuando a la capacidad de los Estados Unidos para organizar la próxima Copa del Mundo.