Jorge Victorino, hermano de Waldemar Victorino, el cual ganó todo y se transformó en una gloria para Nacional se suicido el pasado martes a los 71 a{os, escribió una dura carta.
«En estas horas tan tristes y amargas, me permito escribir estas líneas a fin de expresar, sentimientos e indignación por lo que uno tiene que leer, escuchar y en muchos casos, interpretar silencios, que duelen lo mismo.-
Mi hermano hace unos días, tomo la decisión de quitarse la vida y lamentablemente la llevo a cabo. No quiero profundizar sobre los motivos.-
Pero si, quiero pedirles a todos aquellos que guardan silencios o que han publicado y dicho cosas para tirarla al corner, que se hagan cargo. que tengan un mínimo de valentía y dignidad, para reconocer y aceptar su falta de empatía, su porcentaje de culpa, que influyeron en dicha decisión (que nosotros como familia estamos procesando y aceptamos).
Y se los digo, al ex Presidente del Club Nacional de Futbol, que cuando asumió, una de sus primeras medidas, fue despedir a mi hermano de su trabajo en el club, por la simple razón que se había sacado una foto con el candidato que en las elecciones había sido su rival (esto me lo dijo mi hermano), cuando todos saben que con quien se saco la foto, era amigo de muchos años de mi hermano, amistad que iba más allá de lo circunstancial de las elecciones. La hipocrecía, estoy seguro que ese mismo Presidente, grito, festejo y -capaz- hasta lloro con sus goles.-
Waldemar se sacaba fotos con quien se lo pedía. Ya había traspasado los colores de un club, es parte de ser IDOLO.-
Que se haga cargo, el ex futbolista que ocupaba un cargo en el Club y que no tuvo la consideración, respeto ni valentía, para transmitirle dicha decisión a Waldemar, de frente mirándolo a los ojos, sino que optó por decírselo por teléfono. Cuanta tristeza vi en el rostro de Waldemar cuando me lo conto.-
Que se haga cargo al actual Presidente del club, que he leído que manifestó que mi hermano no tenía problemas económicos y que no sabía que estaba mal. Tremenda contradicción, aparentemente sabía que no tenía problemas y en la misma frase dice que no sabía que estaba mal.
Que se hagan cargo, los aduladores, los falsos amigos, quienes hoy ocupan cargos políticos de importancia, por ignorar las llamadas telefónicas de mi hermano, pidiendo le dieran una mano. El nunca pidió plata gratis y si lo hizo, fue en momentos de desesperación que todos tenemos y capaz su ego de IDOLO no le permitió pedirle a la familia. El pedía trabajar.
No se hagan los distraídos, sería bueno que revisaran sus celulares, para releer los mensajes que les envío.-
Les recomiendo a todos, leer declaraciones del «Indio» Olivera, después de enterarse de la muerte de Waldemar, referidas a lo mal que se sentía hasta que lo llamó Peñarol. No pasa todo por lo económico. Eso lo arreglaban con muy poquitos pesos, comparados con los presupuestos que maneja el club.
Waldemar necesitaba para ser feliz, levantarse todos los días, salir, ponerse la ropa de entrenamiento y laburar ahí en lo que aprendio en tantos años y tantas canchas por el mundo. Entrenando a la gurisada, enseñando, dando consejos. Necesitaba sentir esa adrenalina, ese olor a vestuario.
Recuerden, que la Gloria, se asienta sobre pilares de triunfos y Waldemar fue, es y será eternamente, uno de esos pilares. Respeto señores.
Hay IDOLOS e ídolos, y mi hermano es de los primeros. Los hay con los pies de barro y los que por la eternidad los tendrán en el mármol de la GLORIA. Los que ganaron todo y por eso son IDOLOS (los verdaderos).-
«A quien le quepa el sayo que se lo ponga»
Mas allá de las apariencias, el juez mas duro e implacable, es la conciencia. A esa, no se le puede mentir, no se le puede engañar.
Espero que todos los que le soltaron la mano, que le fallaron, puedan perdonarse.-«
Jorge Victorino.